Los cubanos del área dicen que el niño debe quedarse

Fué el acto más grande de amor.

Lillian Simmons recuerda el día 17 de octubre de 1961. Ella recuerda su hermana más joven y ella misma, de adolescentes, subiendo a un aeroplano solas en La Habana para el vuelo corto a Miami. Ella recuerda el miedo que ella tenía de no poder volver a ver a sus padres otra vez. Los padres y otras personas habían corrido grandes riesgos para permitir que quince mil niños escaparan de Cuba, que se convertía en una isla cárcel.

Los recuerdos todavía son vivos, especialmente en las últimas semanas cuando ella ve desarrollarse la epopeya del niño náufrago de seis años, Elián Gonzales. Ella se pregunta qué ha cambiado tanto desde entonces.

" No puedo creer que este país, que entonces se preocupó tanto por tantos niños, piense ahora enviar a un niño de nuevo a Cuba, " dijo. " Por qué creen que la madre de Elián tomó tales riesgos? Las cosas no han mejorado en Cuba.

" Sé en mi corazón que no es todo lo que parece en la superficie.

Probablemente, el gobierno cubano está aleccionando al padre de Elián y a sus abuelas. En mi corazón, lo sé. Y me siento muy apesadumbrada por ellos. Muy apesadumbrada. "

" Es increíble, " ella agrega. " sería increíble devolverlo. "

Los padres fallecidos de la Sra. Simmons, Sr. y Sra. Octavio Martínez, estaban entre los muchos que confiaron en la Operación clandestina de la CIA llamada Pedro Pan a principios de la década de 1960. Enviaron a sus niños sin garantías de poderlos ver otra vez. Sin embargo, sus padres fueron afortunados pues pudieron emigrar el año siguiente.

¿Qué clase de vida podría Elián esperar si lo devolvieran a Cuba? Una tarjeta de racionamiento para el alimento para la familia. Como él cumplió los seis años, ya no podrá ser elegible para recibir leche. Dentro de algunos años le requerirán " ofrecerse voluntariamente " a trabajar en los campos de azúcar. El comité local de la cuadra determinará si se está desarrollando de acuerdo con la revolución. Si no, lo pueden separar de su hogar y ponerlo en una institución. Su padre podría también ser encarcelado. Los niños de la Operación Pedro Pan recuerdan el miedo que era constante en Cuba. Pero también recuerdan el flujo de energía y el entusiasmo que viene con una vida libre, y comparten una plegaria común de gratitud.

" Gracias A Dios! " La Sra. Simmons dice, agradezco a Dios que nadie me envió de nuevo a Cuba. "