Regalos para Isabella de su abuela cubana.
Miami, Florida
Septiembre 23, 2004
Para que no me olvides, Isabella,
te traje un frasco con agua azul de Varadero,
los colores de una tarde en primavera,
un sombrero de guano y un pañuelo.
Un zunzun y dos tomeguines en jaula de oro,
un ramo de jazmines y blancas mariposas,
dos maracas, una rumba y un bolero,
una bella pulsera de nacar y coralina roja.
Te traje el alegre pregon del manicero,
la fresca brisa de la madrugada,
un verso de Marti, mis fotos viejas,
y un cofre con estrellas y luceros.
Para que no me olvides y sepas que te quiero,
te traje de mi isla la alegria,
el arco iris despues del aguacero,
ajonjoli, melcocha y gaseñiga.
La luna me presto hilos de plata,
un rayo de sol se desprendio del cielo,
la espuma del mar me regalo su velo,
y se tiño para ti el cielo de escarlata.
Y todos sabian de la abuela y de Isabella,
en la preciosa isla de bellas caracolas.
Hubo un triste adios y se izaron las velas,
se escondio el sol y salio volando una paloma.
Martha Pardiño