It is necessary to make virtue fashionable.
One just principle from the depths of a cave is more powerful than an army.
Every human being has within him an ideal man, just as every piece of marble contains in a rough state a statue as beautiful as the one that Praxiteles the Greek made of the god Apollo.
In truth, men speak too much of danger. Let others be terrified by the natural and healthy risks of life! We shall not be frightened! Poison sumac grows in a hard-working man's field, the serpent hisses from its hidden den, and the owl's eye shines in the belfry, but the sun goes on lighting the sky, and truth continues marching across the earth unscathed.
There is happiness in duty, although it may not seem so. To fulfill one's duty elevates the soul to a state of constant sweetness. Love is the bond between men, the way to teach and the center of the world.
The merit and strength of a people are measured by their enthusiasm for freedom when the only rewards from it are anguish and martyrdom, the blood and ashes of exile, the sorrow of a house driven by the waves, and the shame of a useless life that lacks the foundation and peace of mind needed to do one's share of the common task.
Man loves liberty, even if he does not know that he loves it. He is driven by it and flees from where it does not exist.
Es necesario poner de moda la virtud.
Un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército.
Cada ser humano lleva en sí un hombre ideal, lo mismo que cada trozo de mármol contiene en bruto una estatua tan bella como la que el griego Praxiteles hizo del diós Apolo.
De veras que hablan los hombres demasiado de peligros. Espántense otros de los riesgos sanos y naturales de la vida; nosotros no nos espantaremos! Nace el guao en el campo del hombre laborioso, y silba la serpiente desde sus agujeros escondidos y brilla el ojo de la lechuza en los campanarios; pero el sol sigue alumbrando los ámbitos del cielo, y la verdad continúa incolume su marcha por la tierra.
El deber es feliz, aunque no lo parezca, y el cumplirlo puramente eleva el alma a un estado perenne de dulzura. El amor es el lazo de los hombres, el modo de enseñar y el centro del mundo.
El mérito y la viabilidad de un pueblo, se miden por el entusiasmo de la libertad en las horas en que por paga única se recibe de ella la angustia y el martirio: el destierro, que es sangre y ceniza; la pena de la casa, que va donde van las olas; y la verguenza de la vida inútil, sin sosiego ni base para poner su parte de faena y cimiento en la humanidad.
El hombre ama la libertad, aunque no sepa que la ama, y anda empujado de ella y huyendo de donde no la hay.