"No puede haber naciones soberanas sin hombres y mujeres libres. Hombres y mujeres que puedan ejercer cabalmente sus libertades esenciales: libertad de pensar y opinar, libertad de actuar y participar, libertad de disentir, libertad de escoger". Ernesto Zedillo. (Tomado de la participación del entonces presidente mexicano durante la IX Cumbre Iberoamericana celebrada en Cuba en la presencia de Fidel Castro. (Agencia France Press 02 de diciembre de 2000). La primera reflexión que me hice al empezar a recolectar información para escribir el presente artículo la formulé en forma de pregunta: Si tú no eres ni campechano ni mexicano, ¿por qué te molestan tanto las actividades políticas de los cubanos fidelistas en México? ¿No te das cuenta de que los mexicanos son muy preparados e inteligentes, y ellos, siendo mayores de edad, se pueden proteger solitos de los sofismas que tratan de desparramar los mensajeros del nefasto castrismo? Recuerda Nelson, me dije, que por diplomacia y discreción los mexicanos escuchan muy educada y finamente lo que les digan los mensajeros del castrismo y se mantienen callados y no dicen todo lo que en realidad piensan cuando se les trata de embutir la propaganda castrista. Pero saben perfectamente (esto lo sé por experiencia) lo que está sucediendo en Cuba, y en conversaciones privadas y confidenciales, mis amigos me revelan, lo que verdaderamente sienten ante la situación tan dictatorial e inhumana que se vive y se ha vivido por 42 años en la isla. Mis amistades mexicanas entienden a cabalidad, que para los cubanos, la patria no es de todos. Pero entonces, ¿Por qué te inmiscuyes cuando esos problemas potenciales son de los mexicanos y no tuyos? Pues, por celos. Por instinto paternal y proteccionismo. Por amor. Soy cubano de nacimiento pero desde la primera vez que pisé tierra mexicana en 1949 sabía que México sería mi segundo cariño. Y si sucedió en Cuba lo que nosotros los cubanos nos echamos encima en 1959 por descuido, sobrada confianza e ignorancia, no quiero que se desarrolle en México un episodio tan dantesco y horrible, que después de tantos años, todavía hoy involucra nuestras vidas cotidianamente. Es debido a la pesadilla vivida que me siento en la obligación de abrir mi corazón a mis dos y medio lectores y por lo menos intentar ayudarlos a digerir la retórica vacía de esos visitantes isleños corifeos de Castro. Además me sirve a mí de gran consuelo decir, que muy temprano en el proceso del castrismo, me quité los lentes oscuros que también cubrieron los ojos y mantuvieron en la mentira a muchos cubanos, cuando Fidel nos prometía a todos, lo que nunca llegó a cumplir ni jamás cumplirá. Sencillamente, ahora quiero que se vea la luz de la libertad antes de que se repita en otras tierras, la amarga experiencia de perder la patria en manos de la ambición incomprensible y voraz de un hombre supinamente egoísta, testarudo y sanguinario. ¿Entienden esto los venezolanos, los mexicanos y hasta Carlos Castañeda? Pero Nelson, tú saliste de Cuba en septiembre de 1962 y no has vuelto a pisar la tierra que te vio nacer. ¿Qué sabes tú de lo que en realidad está pasando allí? Es verdad, así es. No poseo conocimientos inmediatos del proceso. No obstante, hay testimonios, muchos, de cubanos que residen todavía en la isla y arriesgando su libertad y sus vidas, comunican por medios telefónicos sus pensamientos y definen a Cuba basados en sus vivencias. Así es como llegan diariamente esas informaciones a CubaNet ( http://www.cubanet.org). Y, como para muestra basta solamente un botón, aquí transcribo lo que desde Cuba dictó telefónicamente (no se permite el uso de la Internet a los ciudadanos privados) Manuel Vásquez Portal, miembro del Grupo Decoro el 10 defebrero del 2000. "En Cuba no se vive. No porque la gente tenga miedo sino porque no pueden moverse. La sociedad cubana está estructurada de tal modo que la inmovilidad es su sello más sobresaliente. Toda la actividad está regida por fuerzas superiores que impiden disfrutar el riesgo. Todo está estatuido, sancionado, encarrilado. El empresario no tiene capital propio que ampliar o perder, el político no tiene ideas propias que debatir. Se saben de antemano todos los resultados. El individuo es sólo un actor disfrazado de gerente o periodista, militar o maestro que mientras mantenga la compostura que le exigen las fuerzas superiores puede estar desempeñando su papel en la comedia. Así la vida en Cuba se torna una sosa fiesta de disfraces donde todos arriesgan solamente la posibilidad de mantenerse en el escenario. Y permanecer sobre las tablas resulta muy fácil, sólo hay que aceptar el guión parlamento por parlamento, ademán por ademán; no proponer cambios en los protagónicos aunque varíe la escenografía y,aunque se esté fuera del teatro, aplaudir con frenesí al primer actor". Miren, cuando Fidel Castro llegó en la madrugada del 1 de diciembre de 2000 a México, evadiendo a ErnestoZedillo, con la intención de participar en la toma de posesión de Vicente Fox yo me decía: ¿Qué lección de democracia vino este decrépito dictador a enseñar en estas tierras a este pueblo, que precisamente le había dado, en las pasadas elecciones presidenciales del 2 de julio, un espaldarazo a la egemonía septuagenaria del PRI? ¿Pretendía enseñar Fidel a Fox la fórmula, que según dice Pablo Arredondo Ramírez en un artículo publicado en el rotativo Reforma del 02-12-01, es la que usan siempre los dictadores y algunos similares políticos y que gustan repartir entre los pueblos oprimidos: "El enemigo es externo...todos los males tienen su origen más allá de mis errores. Ahí viene el lobo?" A lo que yo añadiría: "Vamos a marchar..". Cuando el 28 de enero de 2001 llegaron a Campeche el cónsul cubano de la Península de Yucatán, Pedro Doña Santana y el subdirector de la oficina del Programa Martiano de La Habana, Héctor Hernández González-Pardo para develar un busto de José Martí en la Universidad Autónoma de Campeche me pregunté: ¿Cuál Martí es el que van a develar esos señores, el poeta amante de la libertad que todos nosotros conocemos y veneramos, o el pintado de rojo y deformado de los comunistas cubanos? ¿Vienen acaso estos señores a cosechar los frutos del intercambio entre Campeche y Cárdenas o La Habana? Sobre esto último me dijo un amigo campechano que el único intercambio que él ha visto entre esas ciudades y sus representantes es, tal vez, el consumo de las botanas de la cantina "Ojoépulpo" en Campeche, (ahora con productos y limpieza de primera clase gracias a las férreas disposiciones deVíctor Santiago Pérez Aguilar) y las del a Bodeguita del Medio en Cuba, porque evidencia de otra comercialización substancial no hay por ninguna parte, excluyendo, obviamente, el aprovechamiento y la adoración a las jineteras y, en algunos casos, a los jineteros cubanos que existe entre ciertos campechanos. O, ¿es que el señor cónsul vino a Campeche a planear el trabajo que le van a crear la futura abundancia y afluencia de turistas cubanos, (es decir, familias enteras no asociadas con el gobierno cubano en forma alguna..Ja...Ja...) a la península de Yucatán y específicamente a la Ciudad de las Murallas? Si es así, que se prepare Campeche, que al decir de mi amigo y fino historiador Ricardo EncaladaArgáez se asemeja a La Habana, por ser las dos puertos, haber sido declaradasPatrimonio Cultural de la Humanidad, y tener murallas y baluartes? Pero creo que no deben perder el sueño DelioCarrillo Pérez y los otros responsables de las oficinas de turismo de Campeche, porque si se aplican a los mexicanos las mismas reglas que se les imponen a los cubanos en la isla, la ocupación de los hoteles y restaurantes no va a incrementarse en absoluto. ¿Por qué? Sencillamente, porque en Cuba a los cubanos no los dejan entrar en hoteles y restaurantes exclusivos para turistas extranjeros. Y en este caso teórico que estoy proponiendo, a los mexicanos no se les permitiría tampoco entrar en los hoteles de Campeche. Es decir, que tanto hoteles como restaurantes, estarían vacíos. Desde luego, los turistas cubanos no van avenir y debido a las nuevas leyes hipotéticas aquí creadas, a los mexicanos no se les permitirá el acceso a los hoteles y restaurantes asignados exclusivamente para turistas extranjeros. --¡Ah,Nelson, pero eso sucedía hace unos años en Cuba, ahora ya no pasa eso! Mire, no me lo digan a mí comuníquenselo a Sandra Blakeslee que en la sección de Viajes del New York Times del domingo 18 de febrero de 2001 en la página 9, apuntó que los guías cubanos que estaban asignados a un grupo de exploradores ciclistas estadounidenses que acompañaron y pasearon por toda la isla a los extranjeros, no pudieron hospedarse en el hotel Marea de Portillo, en la Provincia de Oriente cerca de Santiago de Cuba, porque estaba reservado para turistas exclusivamente. ¿Qué sucedió con aquella maravillosa consigna que oímos tan frecuentemente al principio de la revolución "Cuba, para los cubanos"? ¡Pobres cubanos que ahora tienen que soportar además de muchas carencias, una segregación (apertheid) turística en su propia patria! Esta situación no es nueva, pero hay que repetirla muchas veces para que bien se sepa. Sí, hay intercambio humano e infrahumano,si se quiere, entre Campeche y algunas ciudades de Cuba. Los de aquí van allá y los de allá vienen aquí y mucho de eso lo paga ¿quién? ¿El bolsillo privado de cada cuál? También en Campeche existen cubanos, como los hay en toda la península y en todo México, y son: los quedaditos, los casaditos, los maraqueros, los bailarines, los del taconazo, los de lastumbadoras, los deportistas, los de las telenovelas, las de las poquitas ropasy otras especies que se han desarrollado y evolucionado para salirse de sus responsabilidades (?) revolucionarias en Cuba. ¿Entendido? Como ven, a todo se le puede dar un nombre y todo tiene una racionalización con tal de que en Cuba se reciban dólares. Lo demás relacionado con lo humano, sí les es ajeno a estos dueños de la Isla Engrillada. NRDEVEGA@AOL.COM |
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