LA DISIDENCIA INTERNA

por Esteban Fernández

Algunos amigos (que me conocen bien y saben que durante más de 40 años he apoyado y cooperado con TODO y con todos los que de cualquier forma han combatido a Castro) andan sorprendidos de que no haya movido un solo dedo, ni tocado una tecla, ni gastado una sola gota de saliva, defendiendo a los llamados disidentes dentro de Cuba.

Respuesta: Es verdad, y es simplemente PORQUE NO CREO EN EL REGIMEN DE LOS CASTRO. Si a algo en mi vida he dedicado tiempo (mucho tiempo) es a estudiar, observar, escudriñar, a Fidel y a Raúl Castro y a su tiranía. Y voy más atrás, he estado atento al monstruo desde que en el campamento de La Plata le metieron un tiro por la cabeza a Eutimio Guerra por el simple hecho de sospechar que les iba a ser infiel.

Se trata de una tiranía que no permite el más ligero desliz. Si dan un acto público y alguien en su centro de trabajo se niega a asistir se mete en tremendo lío, si en el barrio alguien hace una pequeña crítica al sistema se lo llevan preso, si el pelotero dice que no simpatiza con el gobierno no juega mas a la pelota.

Estamos hablando de un grupo de asesinos (solamente comparable con Mao y Stalin) que han perfeccionado un aparato (aparato que ya casi tiene 52 años de experiencia, porque fue inicialmente creado en la Sierra Maestra) de inteligencia y de terror capaz de arrancar cabezas a la menor señal del dictador.

Si usted es considerado verdaderamente un enemigo peligroso (en realidad a los verdaderos enemigos los hicieron picadillo desde hace mucho rato) a usted lo meten en un hueco donde no ve la luz del sol por el resto de su vida. O le hacen de verdad la vida imposible, sin carné de identidad, sin trabajo, sin libreta de racionamiento.

O lo que es peor aún, utilizan contra los verdaderos enemigos EL CHANTAJE. Yo quisiera saber quién es el bravo de la película allá adentro que la Seguridad del Estado le muestre una foto de su mamá o un hijo indicándole la posiblidad de hacerles daño y no ceda y no se ponga más manso que una paloma.

Se trata de un régimen que ha fusilado a más de 19 mil cubanos, que ha lanzado a miles y miles de compatriotas a cumplir largas condenas de cárcel (hasta por ser católicos o Testigos de Jehová) y ahora quieren hacerme creer que permiten una verdadera disidencia allí.

Yo les voy a decir algo que los sorprenderá: Si mañana resucita el General Quintín Banderas (o cualquiera de los mambises) y llama por teléfono a Radio Martí, y tiene una computadora en su casa, y va de visita a Europa, y regresa a La Habana, yo no creo en él y vivo convencido que el día en que Fidel y Raúl lo crean necesario presentan a Quintín en la televisión con su uniforme de capitán del Ministerio del Interior.

Yo creo firmemente en la maldad infinita de la dictadura. Creo que Fidel Castro es un MONSTRUO, una mezcla de hiena, pantera y chacal. Raúl es igual o peor. Ramiro, Vecino, Colomé, Acevedo, la Seguridad del Estado, todos los Generales, son una jauría de perros rabiosos esperando un simple silbido para despedazar a quien se les ordene.

Fidel se limpia el trasero con todas las presiones internacionales. Y entonces algunos inocentemente se tragan el paquete de que esa pandilla de bestias le está permitiendo a un grupo de cubanos oponerse, reunirse, criticar, recibir E-mail, viajar al extranjero, tener computadoras. Yo no creo en ellos. Y quedan todos advertidos. Y cuando llegue el momento en que Castro lo decida y públicamente les imponga la medalla LENIN a Vladimiro, a Payá, a Lizardo, no se quede nadie con la boca abierta sorprendido.

Repito, aclaro: Creo que allá existe una oposición, pero no creo en la dictadura cubana, si permiten disidencia es porque la tienen controlada. A mi no me engañan.