Durante el tiempo que viví en Cuba hasta el 4 de Mayo de 1960 nunca pronuncié la fracesita que encabeza este artículo, pero hoy tengo que darle gracias al Tirano que me ha dejado ver esas deliciosas fotos en la que se le ve, con su rostro cagalistroso, postrado en una cama sufriendo el mal que quizás lo lleve a la tumba.
Cuando escribí el artículo "La Confusión de los sentimientos" me alegró enormemente el respaldo, en emails, recibido por muchos de los lectores. Cuando escribía ese artículo me acordaba de mi exilio en Buenos Aires, donde aprendí que allí le decían a los Demócrata Cristianos "Los comunistas que rezan". Me acordé de aquella noche en que al salir del trabajo el fríío calaba los huesos al mezclarse con la lluvia que nos hacía pensar a quién se le había ocurrido ponerle ese nombre a esa bella ciudad. En aquellos momentos prometí que si algún día me tropezaba con una cura comunista le escupiría la cara como a un Judas traidor. El destino y los años me enseñaron que si lo hubiera cumplido posiblemente me hubiera quedado sin saliva.
Nunca podré olvidar aquellos años de educación recibida en el mejor colegio de Cuba, el Colegio de Belén. De aquellos sacerdotes y profesores recibí la mejor educación que se pudiera recibir en nuestro hemisferio y siempre, hasta el día de mi muerte, los recordaré con cariño y agradecimiento.
Sin embargo, con el pasar de los años se nos quiere obligar a perdonar a aquellos que no tienen perdón. El Cardenal Ortega Alamino y los Obispos de Cuba nos piden que rezemos por el Presidente Fidel Castro para que se recupere.
Recuerdo en otra ocasión cuando otro sacerdote, expulsado de Honduras por sus actividades subversivas pronunció un sermón en la Iglesia de Cristo Rey en Terrytown, Louisiana en el cual atacaba vigorosamente a las fuerzas armadas de centro américa y elogiaba a las guerrillas marxistas.
En aquella ocasión la comunidad hispanoamericana le pidió una explicación al susodicho sacerdote quien en una subsiguiente reunión tuvo que oir nuestras quejas. Personalmente le dije que los soldados también son hijos de Dios y que hay que rezar por ellos para que cumplan fielmente su misión. Creo que el nombre de este sacerdote, si mi memoria no me falla, era Monseñor Dantoni, el que posteriormente fue trasladado a la diócesis de Miami.
Hoy este Cardenal y estos Obispos nos piden rezar por la salud del Tirano. Si rezo por su salud lo estoy perdonando y él no ha demostrado tener ni "espíritu de arrepentimiento ni propósito de enmienda". Yo por mi parte no puedo perdonar mientras recuerde como mis padres fueron despojados de sus bien habidas propiedades y expulsados a un exilio donde tuvieron que vivir de la caridad ajena y morir lejos de la patria que los vió nacer. No puedo perdonar cuando recuerdo como los migajeros castrados me troncharon mi juventud y me lanzaron a un exilio donde me gradué en la Universidad del Hambre. No puedo perdonar cuando he visto a tantos familiares y amigos morir en el exilio. Si le devolvieran la vida a mis hemanos Julio y Juan, a mis primos Cucú Bringuier, José Alberto Crespo Grasso, Pedro J. Rey y a todos los otros familiares y a amigos como Antonio "Tony" Copado y al más de UN MILLÓN de cubanos muertos en el exilio entonces consideraría lo de perdonar.
Como siempre, es posible que algunos en el exilio no coincidan con mis ideas y es muy probable que cuando yo ya me enfrentaba a la Tiranía que se quería implantar en Cuba ellos todavía tenían en su casa el letrerito de "Fidel, ésta es tu casa".
Lo que ya nadie me puede quitar, ni el Cardenal Ortega Alamino, ni los Obispos de Cuba, ni los que arremeten contra los "norteamericanos" sin reconocer que la culpa principal del problema de Cuba la tenemos "los cubanos", y que somos nosotros los cubanos (los de acá y los de allá) los llamados a resolverlo, es el gusto de haber visto esas fotos del cagalistroso (como diría Jaime de Aldeaseca) Tirano. Gracias Fidel por haber permitido que las publicaran y también gracias Fidel por haber permitido que se publicara el video en el que Chávez se burla de tu nariz. Y como diría ese gran periodista cubano, Agustín Tamargo, "AL PAN, PAN Y AL VINO, VINO".
15 de Agosto del 2006
Carlos J. Bringuier
Received: Tue, 15 Aug 2006 12:58:34 PM CDT
From: CARLOS BRINGUIER
Subject: Gracias Fidel