Los cubanos no somos un solo pueblo

Por Jesús Angulo

Somos un solo pueblo, esta opinión se escucha, se ve y se lee con frecuencia al referirnos a los cubanos de aquí y de allá.

Cubanos somos todos los que nacimos en Cuba, los de ayer, hoy y mañana.

Un solo pueblo, personalmente, basado en mi experiencia nada más lejos de la verdad y mientras no aceptemos esa realidad más difícil será el llegar a ser un solo pueblo.

Tratemos de analizar lo antes expuesto usando datos y experiencias históricas.

Hasta el 31 de diciembre de 1958, nuestra patria tenia solamente 56 años de vida republicana, con las mismas altas y bajas del resto de los países del mundo civilizado y sus residentes habían nacido, crecido y desarrollado dentro de una sociedad, capitalista, de libre empresa, con unos principios a la usanza española de respeto a los padres, a los maestros, a la autoridad y a las creencias religiosas y políticas de cada cual. El culto a la amistad era practicado por pobres, ricos, negros, mulatos y blancos.

La libertad de expresión fue permitida siempre, aún en los peores momentos de la dictadura de Batista.

Los males que existían: la corrupción, la prostitucion y el juego no se diferenciaban mucho de los que existían en el resto de los países que conocemos.

A partir del 1ero de enero de 1959 se inició un proceso de transformación total y absoluta de todo lo antes expuesto.

Desde el punto de vista político las promesas hechas por Fidel Castro en su autodefensa "La historia me absolverá" comenzaron a desconocerse inmediatamente una por una.

El paredón, los juicios revolucionarios (el circo televisado), el culto a la personalidad (Fidel esta es tu casa) (Si Fidel es comunista que me pongan en la lista) (la portada de Bohemia y la imagen de un Fidel Mesías), las intervenciones a diestra y siniestra, la exacerbación de la envidia del pobre contra el rico, del empleado contra el patrón, del inquilino contra el propietario, en las fincas, del hombre de confianza contra el dueño de esta, la delación de hijos a padres, hermanos entre si, el miedo al amigo, el envío de la juventud a alfabetizar al Pico Turquino en la Sierra Maestra (hembras y varones sin la presencia de los padres), el chantaje al vecino del norte y la imposición del estado esclavista soviético con su diabólica doctrina marxista, el entierro público del Diario de la Marina y la desaparición posterior de todos los medios, la amenaza falsa y permanente de una invasión hipotética, etc. etc.

¿Como afectó al cubano?

Los nacidos a partir del 1ero de enero de 1959 y los que en aquella fecha eran menores de 20 años y no vivían en un hogar con convicciones sólidas sobre qué es la patria, la familia, la democracia, las libertades, el incentivo humano, Dios, la justicia, esos, esos fueron adoctrinados en su gran mayoría. Posteriormente, ellos adoctrinaron a sus hijos y a sus nietos. El pasado fué quedando atrás y otro cubano surgió. A esto se unió posteriormente la necesidad de mentir y de robar para vivir. El "hombre nuevo" que Fidel Castro había soñado era una realidad, surgieron costumbres, valores y un lenguaje diferente. Y esto ha perdurado hasta nuestros días. Desconocer esta realidad es ofender a unos y otros. Ambos son el producto de etapas históricas diametralmente opuestas, ambos defienden a capa y espada su cubanía, su forma de ser y de actuar.

De continuar el mismo sistema imperante, las diferencias serán cada vez mayores, prueba de ello son las recientes comparecencias en la televisión hispana de estos "hombres nuevos" creados por el diabólico Fidel Castro.

Saludos,
Jesús Angulo
Miembro del Colegio Nacinal de Periodistas de Cuba en el Exilio.